Es un procedimiento anti edad que se encarga de relajar ciertos músculos del rostro para evitar y disminuir las marcas de expresión como “las patas de gallo”, las arrugas que se forman en la frente al levantar las cejas y las que se forman en el entrecejo cuando expresamos enojo.
La técnica consiste en la infiltración una sustancia inhibidora mediante una aguja extrafina en el tercio superior del rostro para relajar los músculos responsables de marcar las líneas de expresión.
Este tratamiento no es apto para personas embarazadas o con enfermedades neuromusculares como la miastenia gravis o la esclerosis lateral amiotrófica.
Los efectos secundarios pueden ser: dolor localizado, inflamación, parestesia, hipoestesia, dolor a la palpación, hinchazón/edema, eritema, infección localizada, sangrado y/o hematomas, así como ptosis palpebral tras el tratamiento.
El procedimiento tiene una duración de aproximadamente 15 minutos. Los primeros resultados se harán evidentes entre los primeros 2 o 3 días y los definitivos se verán como máximo a las 5 o 6 semanas.
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